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Un virólogo ha sembrado la polémica en las redes sociales al asegurar que jugar con mascarillas anticontaminación podría ser una opción a considerar

El virólogo Marc van Ranst ha concedido una entrevista a 'Le Soir' en la que ha asegurado que no sería descabellado valorar que se juegue con mascarilla, algo que según él sería "una opción a considerar". Eso sí, no con una mascarilla quirúrgica como la que suelen llevar las personas que salen de casa en las últimas semanas, sino mascarillas especiales anticontaminación.

"Se trata de mascarillas que pueden usar jugadores de fútbol americano o ciclistas. Son mascarillas más cómodas”, asegura el Van Ranst. Si se llegase a este punto, podríamos ver situaciones insólitas como la que se vio el pasado mes de marzo en Brasil, cuando los jugadores de Grémio de Porto Alegre saltaron al terreno de juego con mascarillas en señal de protesta por tener que jugar en plena crisis del coronavirus.

Naturalmente se quitaron las mascarillas después de posar para la fotografía, y jugaron a puerta vacía en el Arena do Gremio, estadio con capacidad para más de 60.000 aficionados. Algo totalmente excepcional, pero que podría convertirse en común de cara a los próximos meses si los expertos de la UEFA y la FIFA acceden a considerar dicha opción.

En cualquier caso, será complicado. Y es que las declaraciones de Van Ranst están causando una cierta controversia en las redes sociales, al considerar los deportistas y aficionados que es perjudicial para la salud jugar con mascarilla, aunque sea distinta de la quirúrgica.

Llevar mascarilla haciendo deporte, una temeridad

El hecho de llevar mascarilla reduce hasta un 35% la capacidad respiratoria, y dicha situación llevada al extremo de practicar deporte de alto rendimiento podría generar serios problemas de salud. De ahí que sea una opción que a día de hoy no valora absolutamente nadie, ni en la UEFA ni en ninguna otra organización deportiva en el panorama internacional.

Tocará seguir esperando a que la crisis del coronavirus amaine con el paso de los meses, a pesar de que ello conlleve pérdidas millonarias en clubes, organizaciones y deportistas de élite. Lo principal, por delante del dinero y de cualquier otro factor, es la salud propia y la de los demás.